La presentación normal en el parto es la de la cabeza flexionada, es decir el punto de guía es el occipucio (hueso occipital). Sin embargo existen alteraciones, las que se pueden presentar de la siguiente manera:
Presentación de cara. La parte que se presenta en el parto es la cara y el mentón. Esta anomalía se produce una entre200 a 300 partos, y el médico, normalmente, logra recuperar la posición normal moviendo al niño dentro del claustro materno.
Presentación de frente. Se debe a un movimiento de cabeza, quedando la frente como la primera aparición. Aunque es muy rara, es la más peligrosa y desfavorable de todas las presentaciones. En la mayoría de los casos se resuelve con una cesárea.
Presentación de nalgas. El nacimiento de un niño en esta posición es poco frecuente.
Según como esté el feto, pueden distinguirse varias formas:
La posición de nalgas propiamente dicha, de nalgas y pies, de pies y presentación de rodillas.
El parto de nalgas es más difícil que cuando se presenta en forma normal, de cabeza, y en ocasiones es necesario recurrir a la cesárea.
Presentación transversal. El eje del feto se cruza con el eje materno, formando un ángulo recto o agudo (presentación oblicua). Esta situación se observa en el 1% de los partos.
La presentación transversal hace imposible el parto espontáneo y hay que practicar la cesárea.
Posición del feto
“En las últimas semanas el médico verifica la posición del feto, que en el 96% de los casos está de cabeza”. Si el obstetra no está completamente seguro de la posición del feto o de su número (si presume que son mellizos), recurrirá al ultrasonido o a los rayos X, que en esta etapa ya no constituyen peligro para el bebé.