La uña de gato es originaria de la Amazonía. El nombre de uña de gato proviene de las espinas en las hojas de la planta que se parecen a las garras de un gato. La parte utilizada con fines medicinales es la corteza de la raíz. Se presenta en forma de comprimidos, cápsulas, té, hierbas secas o tintura.
La uña de gato tiene una larga historia de uso tradicional por los pueblos indígenas de América del Sur. Se ha utilizado para tratar problemas digestivos, artritis, inflamación, úlceras y para promover la curación de heridas.
Cura la Artritis
La uña de gato se cree que tienen efectos anti-inflamatorios y se ha utilizado para la artritis reumatoide y la osteoartritis. Los compuestos de la uña de gato se cree que bloquean la producción del cuerpo de producir la inflamación de sustancias llamadas prostaglandinas y factor de necrosis tumoral.
La uña de gato se cree que reduce el dolor algo, pero no parece tener mucho efecto sobre la reducción de la hinchazón. Se necesitan más pruebas antes de la uña de gato puede ser utilizado como un tratamiento para la artritis.
Cura el Cáncer
Hay evidencia de que la uña de gato puede afectar el sistema inmunológico. Los estudios preliminares de laboratorio sugieren que puede detener la propagación de las células cancerosas. Algunos estudios en animales sugieren que puede ayudar con el daño celular causado por la quimioterapia o la radiación. Hay mucha evidencia que más se necesita antes de que pueda ser utilizado como un tratamiento para el cáncer, y nunca debe reemplazar la atención convencional.
Otras condiciones
La uña de gato se utiliza para la presión arterial alta, VIH, gastritis, enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, pero no hay suficiente evidencia sobre la efectividad al 100%.