El parto es el proceso de separación de la madre y el hijo: él abandona el útero materno para adquirir vida propia e independiente. Es un proceso normal en la vida procreativa femenina.
El parto sin dolor se basa, fundamentalmente, en “una sosegada confianza, casi una fe, en lo normal y natural que es el desarrollo del parto”. Esta modalidad se fundamenta en la psicoprofilaxis, es decir, a en el bloqueo psicológico de los dolores o molestias físicas.
Para llegar a un parto de este tipo la pareja se somete a una preparación especial que comienza con el embarazo de la futura madre.
En el parto, ambos participan activamente en el control del proceso y del dolor de la mujer.
Para acabar definitivamente con este ciclo sólo existe una solución: lograr que la mujer pierda el miedo.
Esto puede conseguirse de dos formas: por medio de un claro conocimiento de la realidad del parto y a través de un relajamiento consciente.
En el parto normal el médico sólo pone una anestesia local para adormecer el periné de la madre en el momento del nacimiento del niño, pero, en muchos casos, ésta ni siquiera se usa.