Generalmente, las personas hacen sus rutinas de ejercicio sin prestar atención al calentamiento. Esta actitud, además de ser descuidada, representa un peligro para los individuos.
Ello porque, al no preparar los músculos debidamente, corren un mayor riesgo de sufrir lesiones.
Si te gusta hacer ejercicio, recuerda implementar una serie de movimientos que estimulen el cuerpo de manera que, al comenzar el entrenamiento, no sientas cómo te truenan los huesos, u ocurren estiramientos repentinos en los músculos.
A continuación, te presentamos una serie de estiramientos que puedes realizar:
1. Inicia en posición de firmes y abre la pierna derecha hacia un costado. Estando ahí, agáchate y con la mano derecha sujeta la punta del pie derecho.
Para realizar este movimiento puedes flexionar, levemente, la pierna izquierda.
Con este ejercicio debes sentir tensión en el muslo. Aguanta en esa posición durante 10 segundos y, posteriormente, haz lo mismo con la otra pierna. Realiza este ejercicio 4 veces con cada una.
2. Abre las piernas y baja el trasero lo más posible, como si fueras a sentarte en una silla. A continuación, inclina tu torso hacia enfrente y junta una mano con la otra.
Una vez hecho esto, coloca tus codos a la altura de las rodillas, y haz presiones contrarias, es decir, las rodillas presionan hacia adentro, mientras los codos hacia afuera. Mantente en esa posición durante 30 segundos.
3. En posición de firmes, levanta el pie derecho y llévalo hacia atrás para flexionarlo, hasta casi tocar el glúteo.
Con la mano derecha sujeta la punta del pie, y ejerce presiones contrarias (la mano jala hacia adentro, como si quisiera que el talón tocara el glúteo, mientras que el pie empuja hacia afuera).
Mantente en esa posición durante 30 segundos; y realiza el mismo ejercicio con la pierna contraria.
NOTA: Ahora repite el ejercicio 2 y 3.
4. Más tarde, lleva el pie derecho hacia atrás lo más que puedas, sin perder el equilibrio, y baja la rodilla hasta casi tocar el suelo.
Ten cuidado de que la rodilla izquierda no sobrepase la punta del pie, para no correr el peligro de sufrir lesiones.
Asimismo, mantén el torso derecho.
Controla tu respiración y contrae el abdomen. Aguanta durante 20 segundos, y cambia de pierna.
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5. Regresa a la posición de firmes, y coloca el tobillo derecho sobre la rodilla izquierda. Posteriormente, baja un poco el glúteo, tal como si realizaras una sentadilla con una sola pierna.
Para ayudarte con el equilibrio, lleva las manos hacia enfrente, y sujeta una con la otra.
Recuerda mantener la mirada en un punto fijo, para concentrarte mejor. Aguanta 20 segundos, y repítelo con la otra pierna.
NOTA: Repite los ejercicios 4 y 5.
6. Para terminar, colócate en posición de firmes.
Cruza un pie delante del otro y, sin doblar las rodillas, toca el piso con la punta de los dedos.
Mantente en esa posición durante 20 segundos, y luego cambia de pierna. Haz este ejercicio dos veces con cada pierna.
Ahora estás listo para comenzar tu entrenamiento. Recuerda que al término del mismo se recomienda hacer estiramientos para relajar la musculatura.