¿Es normal el flujo mamario?

Sí, la secreción mamaria puede ser normal en algunas situaciones. Compruebe cuándo no lo es y qué hacer en estos casos.

Al contrario de lo que piensan algunas mujeres, la secreción en la mama puede ser a menudo normal. Esto sucede porque los pezones son órganos preparados para emitir líquidos, ya sea de orden natural, como la «limpieza» que el cuerpo hace normalmente para eliminar las células muertas; o de secreciones ocasionales, como en el caso de las mujeres que están embarazadas o amamantando.

Pero aunque la mayoría de las secreciones son consideradas normales por los médicos, advierten que es necesario prestar atención a los colores de cada líquido expulsado. Cada color tiene un significado, que va desde algo que no requiere preocupación o cuidado, hasta indicaciones de casos de cáncer de mama.

En este artículo, verás qué puede causar la secreción en la mama, los diferentes tipos y cómo se hace el diagnóstico y el tratamiento. ¡Compruébalo y cuida aún más tu cuerpo!

¿Qué causa la secreción en el pecho?

La secreción en la mama se produce cuando los conductos mamarios se llenan de algún tipo de líquido y filtran esta sustancia al medio externo.

Esta es una respuesta natural del cuerpo femenino, ya que el pezón se considera un órgano excretor. De hecho, es exactamente este proceso el que ocurre cuando la mujer está amamantando.

Pero además de la lactancia, hay otras condiciones que provocan la secreción en el pecho. Algunos ejemplos son:

  • Trastornos hormonales
  • Estimulación excesiva del pezón
  • Traumatismos o lesiones en las mamas
  • Absceso
  • Mastitis;
  • Efecto secundario de la anticoncepción;
  • Uso de drogas;
  • Algunos medicamentos, como antidepresivos, sedantes, antipsicóticos y otros.

¿Qué tipos de secreción en el pezón pueden producirse?

Los tipos de secreción en la mama que pueden ocurrir son:

  • Lechosa: normal en las mujeres que están amamantando o han dejado de hacerlo recientemente, y también en las que están en el período premenopáusico;
  • Sangriento: puede indicar un tumor benigno llamado papiloma;
  • Incoloro: sobre todo si aparece sólo en una de las mamas, puede ser un signo de cáncer de mama. Cuando la secreción se produce en ambas mamas y es clara, es menos preocupante;
  • Amarillento, marrón o verdoso: puede indicar la presencia de un quiste en la areola o en la región del pezón.

¿Cuándo debo preocuparme por la aparición de secreciones mamarias?

La preocupación por un problema más grave debido a la aparición de secreciones en el pecho está totalmente relacionada con el color del líquido expulsado. Esto se debe a que sólo las secreciones amarillentas, pardas y verdosas no están relacionadas con el cáncer de mama.

Estos episodios de secreción en los senos suelen ocurrir de forma discontinua y se deben a que el conducto mamario se llena y sólo entonces segrega el material fuera del cuerpo. Por lo tanto, sólo se producirá otro caso cuando el conducto se llene de nuevo.

Las secreciones lechosas, en cambio, pueden ser un signo de un exceso de una hormona específica: la prolactina, segregada por la hipófisis, una glándula situada en la parte inferior del cerebro.

Esta disfunción hormonal puede ser causada por un tumor, generalmente benigno, en la región, como ya se ha explicado. El tratamiento en estos casos se realiza con fármacos que inhiben la producción de la hormona en cuestión.

Las secreciones transparentes (como el agua cristalina) requieren atención. Generalmente salen de una sola mama y pueden ser un signo de una enfermedad más grave, como el cáncer de mama.

Y, en los casos de las mujeres que sospechan del mal olor de las secreciones, el consejo de los especialistas es realizar una higiene más rigurosa del lugar, porque la acumulación de líquidos expulsados, incluso los benignos, puede generar un fuerte olor en la zona del cuello del útero.

Aunque no todos los casos son necesariamente anormales, es importante que todas las mujeres que noten algún tipo de secreción en la mama acudan al médico para que las evalúe, con el fin de descartar cualquier problema más grave.

¿Cómo es el diagnóstico y el tratamiento de los casos de secreción mamaria?

El primer paso en el diagnóstico de la secreción mamaria es la propia mujer, haciendo un autoanálisis de sus pechos. Una vez que se encuentra algo que llama la atención y que requiere asesoramiento médico, el profesional puede solicitar algunos exámenes como

  • Mamografía
  • Ecografía mamaria
  • Ductografía;
  • Biopsia de mama.

El tratamiento para los casos de secreción en la mama depende del diagnóstico realizado por el médico en base a los exámenes clínicos y físicos.

También es necesario verificar otras molestias y síntomas, como cambios en la forma o el aspecto de las mamas, aparición de nódulos, hinchazón en la mama o en las axilas y zonas circundantes, momento en que se produce la salida de líquido, cambio en el color de la secreción, etc.

Si el motivo son las alteraciones hormonales, por ejemplo, el uso de medicamentos que regulen estos niveles puede ser suficiente. En los casos en los que se verifica la presencia de nódulos, suele estar indicada la cirugía para su extirpación.

Si incluso después de todas estas orientaciones sigues teniendo dudas sobre el tema, no dudes en buscar el asesoramiento de un profesional.

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