¿Dormir después de comer es bueno o malo para la salud?
Le pasa a todo el mundo, es normal y casi inevitable sentir ese sueño y ese perezoso después que almorzamos.
Privilegiados son los que pueden tomar una siesta después del almuerzo, ¿verdad? Pero debes saber que hoy en día, tomar una siesta traviesa después del almuerzo ya no es un acto de gente perezosa o desocupada.
Dormir después del almuerzo tiene pruebas científicas de que es bueno para la salud, y debido a los numerosos beneficios que aporta la siesta, las empresas deberían permitir ese habito entre sus empleados.
De hecho, algunas ya lo permiten.
¿Por qué sentimos sueño después de comer?
Sentir sueño después del almuerzo, y por lo tanto, tomar una breve siesta, se considera una necesidad fisiológica debido al proceso de digestión por muchos especialistas del sueño.
Nuestro cerebro se hace más lento, porque la mayor parte de la sangre migrará al estómago para ayudar en el proceso digestivo.
También, nuestra sangre se vuelve menos ácida después de ingerir nuestra comida, causando somnolencia. Y además, nuestra temperatura corporal tiende a disminuir naturalmente durante ese horario del día, ayudando a sentir somnolencia.
Luchar contra la somnolencia no ayuda en nada, porque según los expertos del sueño, ese momento de dormir después del almuerzo es parte del ciclo normal de somnolencia, pero que se ha ido perdiendo con el paso de los siglos.
Y aconsejan que, en lugar de ignorar ese momento fisiológico, haga una breve siesta, de 45 minutos como máximo.
Los expertos aseguran que después de la siesta, estarás más dispuesto y podrás trabajar con más productividad y con sensación de renovación.
Pero si le gustaría evitar la sensación de somnolencia, trate de hacer comidas más livianas, y con alimentos con índices glucémicos bajos.
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Beneficios de dormir después de comer
La siesta después del almuerzo es buena para el cuerpo y la mente, haciendo que la productividad del individuo mejore tanto en el trabajo como en los estudios, además de promover la renovación cerebral.
Dormir hasta 45 minutos después del almuerzo también mejora el sueño durante la noche, porque como ya hemos descansado un poco durante el día, no estaremos tan exhaustos durante la noche, a riesgo de no dormir bien.
Pero aquí hay un cuidado esencial: la siesta no puede durar más de 45 minutos (a veces menos, dependiendo de la persona) para no dañar el sueño nocturno.
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Durante ese breve descanso, nuestra memoria se beneficia y puede tener un aumento de rendimiento de hasta el 10% en actividades que implican su uso, y lo mismo vale para la capacidad de aprendizaje.
Esto se debe a que algunas etapas del sueño (como REM, por ejemplo) están vinculadas a la memoria y a la capacidad de aprendizaje.
El tiempo de recuperación después de una siesta puede variar de una persona a otra, pero se estima que toma unos 30 minutos para que una persona esté despierta y disfrute de los beneficios de la siesta.
Incluso puedes tomar café antes, porque sus efectos no pasarán hasta tras dormir.
