El síndrome del “colon irritable”, puede existir desde la infancia, pero es más frecuente en el adolescente. En el infante, se manifiesta por cólicos y por la “diarrea crónica inespecífica del lactante”; y en el adolescente por trastornos funcionales que incluyen: dolor abdominal recurrente, episodios de diarrea, incremento de los ruidos intestinales, sensación de plenitud, y, muchas veces, episodios de estreñimiento.
No existen las manifestaciones que se encuentran en otros síndromes diarreicos crónicos o recurrentes, tales como fiebre, sangre en las heces, pérdida de peso, ni compromiso del estado general. Es relativamente frecuente el antecedente personal y/o familiar de otros trastornos funcionales digestivos, así como de migraña. En muchos de estos casos existe un fondo psicogénico y las manifestaciones se presentan o se incrementan durante etapas de tensión emocional.
El diagnóstico diferencial debe incluir: intolerancia a la lactosa; enfermedad inflamatoria crónica del intestino; síndromes de mala absorción; mucoviscidosis; exceso de laxantes; uso crónico de ciertas drogas como el alcohol, antiácidos con sales de magnesio, bloqueadores adrenérgicos, antibióticos, etc.
El tratamiento incluye:
- Eliminación de la dieta de los alimentos que aceleran el tránsito intestinal y que producen flatulencia;
- Antiespasmódicos;
- Tranquilizantes cuando se demuestra tensión emocional;
- El aceite de menta ha demostrado gran eficacia en muchos de estos casos;
- Apoyo psicoterápico.