Tener seguridad de quienes son nuestros hijos o de quienes son nuestros verdaderos padres es algo que forma parte de la existencialidad de un ser humano. Todos merecemos conocer y saber la verdad más allá de la apariencia física, de los rasgos o de la información que nos traspasan nuestros padres sobre quienes somos. Hoy en día es posible saber quién es nuestro hijo o nuestra hija biológica –en caso de dudas. También, si hubo separación de algunos al momento de nacimiento, los test de paternidad son la fórmula más viable y perfecta para ello.
Hoy en día existen muchas razones por las cuales nosotros podemos acudir a un laboratorio y solicitar los servicios de un test de paternidad. Hay un caso muy particular que ocurrió en Colombia en donde dos niñas –por razones erróneas—fueron extraviadas al momento de nacer. Nadie pudo darse cuenta de ello. Los padres de la niña A se llevaron a casa la niña B y los padres de la niña B en cambio obtuvieron la niña A.
Luego que estas dos niñas eran mayores y estaban en la universidad, por razones del destino estudiaban juntas y las familias empezaron a encontrarse y se empezaron a dar coincidencias en el parecido y aspecto físico de los padres contrarios. Al final decidieron hacerse test de paternidad y lo que descubrieron fue sorprendente. Así que, las razones para hacer test de paternidad son precisamente detectar el verdadero origen biológico de padres e hijos y eliminar cualquier tipo de duda.
Aunque las historias cambian, el motivo es muy similar en todos los casos. Como todos los seres humanos tenemos derecho a saber la verdad en un caso u el otro, los laboratorios que ofrecen test de paternidad están ahí para ayudarnos en este sentido. Es muy importante que por aspectos y razones legales en muchos países las pruebas de paternidad deban de realizarse con conocimientos de las partes y así evitar cualquier tipo de demanda.