Es una enfermedad de la placenta en la que sus finas ramificaciones se hinchan y adquieren forma de vesículas (como racimos de uvas) que acaban atrofiando los vasos sanguíneos.
Esta placenta alterada no puede cumplir su misión de intercambio entre la sangré materna y la fetal y como consecuencia, el feto muere.
No obstante, la matriz sigue creciendo a causa de la proliferación e hinchazón de las vellosidades de esta placenta, de modo que su altura es mucho mayor de lo que corresponde a la época del embarazo.
El tratamiento también es quirúrgico. Consiste en inducir la expulsión de la mola vesicular del interior de la cavidad uterina por medio de fármacos, que actúan con este fin y evitar que queden restos.