¿Qué es la artrosis cervical?

La artrosis cervical es aquella que afecta a la columna cervical, afecta a millones de mujeres y es una de las enfermedades mas dolorosas e incapacitantes.

La columna vertebral está formada por siete vértebras y discos intervertebrales, y estas son “almohadillas que amortiguan” que existen entre una vértebra y otra. Reside en una degeneración del cartílago presente en las articulaciones que existen entre cada vértebra, como resultado, habitualmente del proceso de envejecimiento. Gradualmente, la degeneración avanza y comienza a afectar a los discos intervertebrales y a las mismas vértebras, que comienzan a producir hueso fuera de los límites normales de la vértebra en forma de “salientes” de hueso. Estos nervios, al sufrir compresión, empiezan a inflamarse, causando dolor, que se difunde hacia los hombros, y a veces, hacia los brazos.
 ¿Qué síntomas puede presentar la persona afectada?
– Dolor crónico en el cuello, que empeora con el movimiento.
– Rigidez, que puede limitar los movimientos del cuello.
– Debilidad muscular, con efecto de entumecimiento en hombros, brazos, manos e inclusive dedos.
– Dolores de cabeza.
– Pérdida de equilibrio.
La degeneración de las vértebras cervicales puede incitar distintos tipos de trastornos que afligen a la médula espinal y a las raíces nerviosas. Aparecen puentes óseos llamados osteofitos, que reducen el espacio disponible para los nervios y la médula, y delimitan el movimiento del cuello.
En ocasiones alguno de los discos ubicados entre las vértebras puede romperse y herniarse, en otras palabras, resaltar por detrás hacia el canal de la médula. Esto aporta todavía más a la compresión sobre la médula y los nervios.
¿Posibilidades de tratamiento de la artrosis cervical y sus objetivos?
La mayoría de los casos de artrosis cervical pueden ser asistidos con éxito de forma moderada. El descanso de la zona cervical es fundamental. Será puntual tener en cuenta también sus hábitos posturales, el tipo y tamaño de almohada que usa y las características de su trabajo que aflijan al cuello.
Los antiinflamatorios, como ibuprofeno o aspirina suelen ser recomendados para disminuir el dolor. Así mismo  los relajantes musculares pueden ser ventajosos para reducir la contractura muscular que incomoda en estos casos.
Otras recomendaciones para disminuir el dolor agudo serian las compresas frías.

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