Un 20% de las parejas tienen problemas de infertilidad. Lo común cuando no se produce una fecundación después de 1 año de relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos es pensar en problemas del aparato reproductor de uno de los miembros de la pareja o en anomalías que impiden la concepción. Junto con el análisis del aparato reproductor, la pareja se somete a un test para determinar los hábitos de vida y de salud.
No es extraño, sin embargo, que la ausencia de un embarazo o, incluso, el aborto natural, se produzca por motivos que nada tienen que ver con la herencia genética, sino con algo que es mucho más sencillo de evitar, ciertos hábitos de vida o costumbres muy perjudiciales para la fecundación, pero también para la calidad de vida.
Malos hábitos y reproducción
De todos es sabido que el tabaco puede matar, pero también influye, y de forma negativa en la reproducción: en las mujeres, puede desarrollar trastornos en el aparato reproductor, sobre todo, en las trompas de Falopio y en el cuello uterino, así como alterar los ciclos menstruales; en los hombres, reduce la cantidad de esperma y puede romper la composición del ADN.
El alcohol, por su parte, aumenta el riesgo de ciclos menstruales sin óvulos para fecundar, el alcohol es también responsable de abortos naturales; en los hombres, reduce la producción de testosterona, la hormona masculina responsable de la reproducción.
Las drogas empeoran las características genéticas de los individuos que las consumen, un consumo a corto plazo puede causar una imposibilidad real de concebir.
Una vida sana y equilibrada, secreto de la reproducción
Desde la clínica Ginefiv se apuesta por una vida sana como base para conseguir la concepción. Las parejas que pretenden tener un hijo deben considerar seriamente evitar malos hábitos, como alcohol, tabaco o drogas, para aumentar las posibilidades de ser padres, así como las posibilidades de tener un hijo sano.