Calcular la luz que necesitas en tu habitación se vuelve un poco complicado y sin dejar a un lado que muchas veces no se le pone atención a estas cosas y se pasan por alto. Hay que valorar que una excelente iluminación incide significativamente.
De la buena luz depende el buen desarrollo o la confortabilidad que se obtenga al estar en la habitación y sobre todo aspectos de relevancia como la propia salud. Al decir “una buena iluminación” debe destacarse que se hace referencia a la luz adecuada o necesaria.
Cuando la cantidad de luz es insuficiente se obliga a los ojos a forzar la vista y es un trabajo extra que están realizando. Causando así malestares como dolor de cabeza, cansancio visual, irritaciones y más.
Y si la iluminación es excesiva provoca un deslumbramiento lo que también causa molestias y sientes una perturbación notoria. Para saber qué cantidad de luz necesitas debes conocer que la iluminación se mide mediante las unidades que reciben el nombre de lux, reconocido con el símbolo de lx.
Una unidad de lux equivale a 1 lumen por metro cuadrado, esto significa que si tu habitación es de 20 metros cuadrados necesitarías una iluminación de 200 lx para que sea la adecuada. A partir de estos, debes saber que las empresas que comercializan los focos no lo hacen basándose en lumen sino en vatios y para estos no se conoce conversión directa.
Por tal motivo puedes adecuar la luz partiendo del tipo de bombilla así como la temperatura de color, el método de alumbrado y el sistema que se utiliza. Es decir, si son halógenas o fluorescentes; frías o cálidas y si son de luz directa o especifica. Valora como te sientes con la luz que posee y haz las modificaciones necesarias.