Lucir hermosa, sentirse hermosa

Las inseguridades de una mujer son muchísimas. Hay una expectativa tácita sobre la belleza y la perfección, como si todos esperaran que las mujeres seamos hermosas, sexys, delgadas y con un cuerpo perfecto. Los estándares son tan altos que casi ninguna mujer pueda alcanzarlos, aunque eso no implica que estemos obsesionadas con conseguirlo.

Muchas mujeres no están felices con sus cuerpos, aunque sean sanos; se comparan constantemente con otras y viven en la eterna búsqueda del cuerpo perfecto; muchas sin siquiera darse cuenta de esas actitudes. Olvidan por completo su individualidad y que lo imprescindible para lucir hermosa es sentirse hermosa.

Tu peor crítico eres tú misma: A menudo te juzgas con dureza, te comparas con otras y te desmotivas. Necesitas ese cumplido, que alguien más diga que eres hermosa; cuando ni siquiera te ves en el espejo y lo aceptas. La mayor alabanza, la más significativa es la que viene de ti misma.

La perfección no es lo mismo que la felicidad: la verdad sea dicha, dificilmente alcanzaremos esos estereotipos de  perfección porque somos diferentes. Correr en pos de ese ideal y alcanzarlo no te dará la felicidad; aceptar y descubrir tu verdadera belleza, a tu estilo, a tu manera sí es el primer paso.

Sentirte culpable con la comida: comer saludable y sano no implica ingerir alimentos desabridos, y comer algo delicioso no tiene por qué ser poco saludable. El sentirte culpable cada vez que comes cualquier cosa no debe ser cotidiano ni natural, todo lo contrario. Comer es necesario e imprescindible, sentir placer cuando lo hacemos no es pecaminoso. A medida que mejores tu relación con lo que comes, que aprendas a comer balanceado y sano aunque de vez en cuando te salgas de los límites, comprenderás que una alimentación sana depende de balancear cantidades y calidad, no de privarte completamente de ciertas comidas.

Date un respiro: Hay días en los que no te sientes fabulosa. En vez de obligarte a lucir como no te sientes, date un descanso, relájate, no te presiones. Necesitas respirar y tiempo para ti misma, sin presiones ni culpas.

Estar obsesionada por como luces, por lo que comes, por tu cuerpo hace mella en tu salud mental y física. Aceptar tu cuerpo, trabajar en pos de tu salud y bienestar no de alcanzar un estándar socialmente aceptado de belleza y perfección debe ser la meta. La belleza es un balance entre cuerpo, mente y espíritu.

Fuente: AmysCoffetalk

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuar!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

1 comentario

  1. Mary

    Estupenda pagina

Los comentarios están cerrados