Estamos por buen camino, has superado la Semana 2, logrando disminuir 30% de tu consumo de cigarrillos. Ahora el esfuerzo y la motivación deben ser tus anclas para no decaer. Tu objetivo de la semana es reducir 60% del cigarrillo que fumabas en la semana 2. Es decir que si consumías 12 cigarrillos por día en la semana 1, bajaste a 8 o 9 cigarrillos en la semana 2, ahora en la semana 3 deberás consumir no más de 5 cigarrillos diarios. No te preocupes antes de tiempo! Solo absorbe este desafío como un número, no te adelantes a nada y mucho menos no asumas un fracaso.
Imprime una nueva tabla de cigarrillos diarios y en esta ocasión coloca un tilde en los horarios que te gustaría fumar un cigarrillo, no debe sobrepasar de 5 unidades en el día. Elige bien los momentos y aférrate al horario elegido. Pero, antes de seleccionar los horarios, presta atención a estas limitaciones:
- No coloques ninguna marca en el horario que te levantas por las mañanas. En esta semana elimina el primer cigarrillo al despertar.
- Tampoco se permite fumar mientras ves televisión.
- No más fumar en la cama, ni conduciendo, ni mientras tomas café.
- Nunca más fumarás en compañía de niños.
Todos estos puntos restrictivos tienen una razón. Queremos que rompas la rutina de fumar. Con estas acciones limitantes lograrás una rutina diferente en donde el cigarrillo no será el centro de tu atención. Ya no será el premio por una acción específica.
El tabaco cumple la función de completar momentos específicos en tu vida diaria. Debes encontrar conductas propias que combatan las siguientes situaciones que activan la necesidad de fumar:
- La rutina, el fumar se vuelve automático, como por ejemplo cuando hablas por teléfono o cuando conduces.
- Por abstinencia, la sensación de fumar luego de un periodo que consideras largo.
- De premio, después de haber logrado algo específico o posterior a un gran esfuerzo.
- Por estrés, por que los químicos del tabaco producen un relajamiento disminuyendo la negatividad del fumador.
- Por aburrimiento, fumas cuando nada tienes para hacer, busca un hobbie o practica un deporte.
Dejar de fumar implica empezar con un estilo nuevo de vida, ya que para sostener la abstinencia a la nicotina debes rellenar tu tiempo y necesidad fisiológica con alguna actividad que te cause la misma sensación de placer y relajación que el tabaco te provee.
Elige correctamente las conductas alternativas que tienes a fumar. Elabora una lista de opciones, aquellas que son de tu preferencia y que te ayudarán físicamente a sobrellevar tu tratamiento para dejar de fumar. Aplica inteligencia a esta selección de actividades.
La motivación y el deseo de dejar de fumar pueden perderse en un solo instante de flaqueza. Refuerza tu objetivo principal y saca tus anotaciones, fíjate en los logros que has conseguido en estas 4 semanas.
La concientización de tu adicción fue el primer paso. La primera reducción de cigarrillos tuvo efectos positivos en tu salud y tu apariencia. La segunda disminución del tabaco que consumías logró sacarte de esa etapa en que pensabas que no lo lograrías y te enfocaste en una cantidad mínima de cigarrillos diarios y obtuviste resultados positivos.
No es una etapa fácil de sobrellevar pero tampoco imposible, te sugerimos que realices algunas actividades alternativas a fumar en los horarios que sientes una necesidad intensa de encender un cigarrillo, como masticar chicle o caramelos de azúcar. Bebe abundante agua o zumo de frutas. No olvides hacer ejercicios de respiración. Duerme la cantidad necesaria de
horas, escucha música, lee un libro, escribe un diario, limpia tu hogar o arregla el jardín, contacta con viejos amigos, cocina las recetas que más te gustan, has manualidades, crucigramas o sudoku. La idea es que puedas entretener tu mente en algo específico para evitar pensar en el tabaco.