Los exámenes del embarazo deben hacerse por lo menos diez a quince días después de no producida la menstruación.
Otros síntomas son las náuseas, la inapetencia, hormigueo en los pechos alrededor de los pezones y la piel endurecida, desarreglos intestinales (estreñimiento, diarrea), eta. Lo más efectivo es un examen clínico del aparato genital de la mujer.
Esta será exhaustivamente examinada respecto a sus condiciones físicas, especialmente las funciones renales, cardiovasculeras, enfermedades infecciosas (especialmente la rubéola) y las conformidades del sistema óseo.
En la actualidad se usa diferentes pruebas para detectar el embarazo.
Las más usadas son las llamadas pruebas inmunológicas que han desplazado a las pruebas biológicas. Estas se basan en la reacción antígeno-anticuerpo. Se toma una gota de orina de la mujer (antígeno) y se mezcla con una solución de anticuerpos; si está embarazada, en su orina se presentará la hormona coriónica, la cual se pone en contacto con el anticuerpo y da la reacción positiva del embarazo.
Estas reacciones se obtienen en pocos minutos.