Hace muchos siglos que los humanos buscamos incansablemente la Fuente de la Eterna Juventud. Todos deseamos que el paso del tiempo no sea demasiado cruel con nosotros, que no se cebe con nuestro aspecto exterior, ni mucho menos con nuestra salud, nuestro bienestar.
Los factores que determinan el envejecimiento son mecánicos, ambientales y genéticos (biológicos). Y aunque algunos de estos factores se escapan a nuestro control (si vivimos en una ciudad de por ejemplo 5 millones de habitantes seguro que la contaminación de los vehículos de motor no es la misma que si vivimos en el campo) cada vez es más posible ralentizar esos efectos que inexorablemente van haciendo mella en nuestra piel, nuestro cabello, nuestro cuerpo…
Gracias a los últimos avances científicos y microbiológicos conocemos mucho mejor cuáles son los procesos que se desarrollan en nuestro ser. Y la biogenética, combinada con productos sobradamente probados, nos permite reducir, disminuir las manifestaciones del envejecimiento.
Los instrumentos científicos de alta precisión, la sofisticación de los procesos de análisis y ensayos y la ardua labor de los investigadores dan como resultado novedosos productos y tratamientos que disminuyen arrugas, bolsas de los ojos, líneas de expresión, flaccidez, manchas en la piel, celulitis, varices, estrías, etc. También vamos a poder mejorar en temas como el acné, el crecimiento del cabello, los talones agrietados…
El secreto está en los genes.
Y es yendo al origen del envejecimiento cuando podemos “revertir” los signos de ese envejecimiento y preservar la juventud.
Lo principal es envejecer con calidad de vida, con dignidad, con bienestar. Debemos cuidar nuestra alimentación, nuestro ritmo de vida, darnos un tiempo para cultivar nuestro cuerpo y nuestra mente. Y en el caso de que detectemos alguna carencia (complementos nutricionales, vitamínicos, inmunológicos) preocuparnos del suministro esencial para que podamos llegar a mayores en plenitud.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta también es la naturaleza social de las personas. Nos gusta agradarnos a nosotros mismos físicamente y queremos transmitir ese estado de equilibrio a los demás, tanto para recibir el reconocimiento de quien nos rodea como para reforzar nuestro desarrollo personal.
Debido a todos los avances médicos la expectativa de vida, la media de edad cada vez es más alta, y los esfuerzos por mantenernos jóvenes y activos es fundamental para seguir cumpliendo años en forma.
En el siguiente enlace quiero compartir con vosotros una muestra de lo que la Ciencia puede hacer en el ámbito de la salud y el antienvejecimiento:
http://nutriciondeportiva.tumblr.com