Los ciclos menstruales pueden verse alterados por diversos factores, la mayoría relacionados con el equilibrio hormonal. Entre los mismos destaca el estrés y el hábito de fumar que puede causar problemas pues, al aumentar la necesidad de vitaminas y minerales destinados a la desintoxicación de todos los venenos que tragamos con el humo, reduce la cantidad de nutrientes disponibles para la producción de hormonas. El peso también influye: si se halla por debajo de cierto umbral, las hormonas pituitarias dejan de enviar mensajes a los ovarios y la ovulación y la menstruación se detienen. Otro factor importante es el ejercicio desmedido, como el que realizan las atletas que entrenan vigorosamente, con regularidad y durante largos períodos. Estas mujeres suelen sufrir trastornos en su equilibrio hormonal y perder sus reglas. Las exigencias físicas de los entrenamientos suponen un consumo tan alto de vitaminas y minerales que las reservas son insuficientes para mantener la producción de hormonas.
Las alergias o la hipersensibilidad alimentaria también pueden afectar el equilibrio hormonal, de ahí la importancia de eliminar los alimentos que provocan estos problemas y, en algunos casos, seguir una dieta más abundante, capaz de resarcir las deficiencias que causan las alergias. Ante cualquier duda ya sabes que cuentas en red con nuestro servicio de El médico en casa.
Nutrición y hormonas
Los nutrientes que te mencionamos a continuación son muy importantes para el equilibrio hormonal. Para conseguirlos tienes que seguir una dieta que los contenga en abundancia. Así tienes que asegurarte una dosis diaria de frutos secos y semillas, cereales integrales y germen de trigo, pescados, verduras y frutas procedentes de cultivo natural u orgánico.
Por otro lado, algunas mujeres, a causa del estrés, de un nivel elevado de actividad y/o de un particular mecanismo bioquímico, requieren grandes y atípicas cantidades de estos nutrientes, y pueden necesitar suplementos para mantener el equilibrio hormonal apropiado. Puede ayudarles complementar su alimentación con germen de trigo, el alga llamada «Laminaria» y aceite de Prímula Vespertina, o tomar un suplemento multimineral y vitamínico.
Las vitaminas B son esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Su deficiencia provoca ansiedad, depresión, insomnio y síndrome premenstrual. Tomar la píldora contraceptiva, beber alcohol y fumar aumentan sus necesidades diarias.
La vitamina C está relacionada con la producción de hormonas sexuales. Ayuda a las mujeres que tienen períodos muy abundantes. Se requieren mayores dosis cuando existe el hábito de fumar e infecciones. La vitamina E es vital para la fertilidad y un buen equilibrio hormonal. El magnesio alivia el síndrome premenstrual y los períodos dolorosos, ayudando a mantener el equilibrio hormonal. Se ha visto que todos los cultivos modernos han conducido a una deficiencia de magnesio en muchos alimentos, por lo que tendrías que tomar alimentos orgánicos para remediar este problema.
El potasio tiene relación con un buen funcionamiento del sistema nervioso y el mantenimiento del equilibrio de los fluidos del cuerpo. Un aumento de potasio en la dieta a menudo ayuda a aliviar la retención de líquidos.
El cromo es importante para el equilibrio del azúcar en la sangre, y ayuda a las mujeres que tienen un nivel bajo antes del período, lo que puedes detectar por la urgencia de ingerir dulces, por el cansancio y la irritabilidad. Sin embargo, cuanto más azúcar ingieras más cromo elimina el cuerpo, por lo que es importante suprimir el azúcar en la medida de lo posible. Otro mineral que se pierde en las reglas es el hierro, por lo que es importante contemplarlo en la dieta, y a veces como suplemento, lo que debe indicar el médico. El cinc es necesario para un buen equilibrio hormonal, tanto en hombres como en mujeres.
El yodo estimula la glándula tiroides para que produzca hormonas.
Los ácidos grasos esenciales están relacionados con la producción de las llamadas protaglandinas que regulan los efectos de las hormonas sexuales. Su deficiencia significa reglas dolorosas, ablandamiento de senos y síndrome premenstrual. Estos problemas pueden mejorar de manera notable cuando se aumenta la ingestión de dichos ácidos grasos, lo que puedes conseguir tomando aceite de Prímula Vespertina, que contiene el llamado ácido gammalinoleico (GLA)
Síndrome premenstrual
También conocido como tensión premenstrual, describe una amplia gama de síntomas que aparecen unos catorce días antes del período y que desaparecen una vez que comienza la regla. Estos síntomas, que pueden ser tanto físicos como emocionales, son muy comunes, particularmente en el grupo de edad comprendido entre los treinta y los cuarenta años, en el que un 75 por ciento de las mujeres muestra propensión a padecerlos.
Una de las causas más comunes es el desequilibrio hormonal provocado por un exceso de estrógeno en relación a la progesterona . Dicho desequilibrio está relacionado con: predisposiciones hereditarias; la edad, especialmente a partir de los 30 años; el estrés y problemas emocionales; un escaso funcionamiento de la tiroides; una «pereza» hepática, deficiencia en los ácidos grasos esenciales y vitamina B; deficiencia de magnesio, cinc y vitamina C, deficiencia de cromo y calcio; una alta ingestión de sal; estreñimiento; consumo excesivo de cafeína y alcohol; un consumo excesivo de azúcar y carbohidratos refinados y la falta de ejercicio.
Tratamiento con plantas
Las plantas equilibradoras de hormonas ayudan a restaurar los niveles normales de estrógeno y progesterona. El sauzgatillo actúa directamente sobre la glándula pituitaria y equilibra la producción de hormonas sexuales. Y ayuda a remediar el exceso relativo de estrógeno con respecto a la progesterona. Esta planta también puede ser de ayuda cuando existe un desequilibrio en las hormonas del tiroides.
La raíz del falso unicornio también tiene un efecto equilibrador sobre el estrógeno y la progesterona y actúa como tónico de ovarios.
El ñame silvestre y el espino negro son también equilibradores hormonales. Algunas plantas tienen propiedades similares a las del estrógeno y pueden ser útiles cuando los análisis de sangre muestran bajos niveles de esta hormona. Estas son: salvia, agripalma, lúpulo y cohosh negro.
A estas prescripciones pueden añadirse otras hierbas , en función de los síntomas que aparezcan.
Para la tensión, la ansiedad, la depresión: avena silvestre, betónica, verbena, manzanilla, tercianaria.
Para levantar el ánimo: Hierba de San Juan, jengibre, melisa, romero, canela y avena.
En caso de tensión extrema: Valeriana, pasionaria.
Para retención de líquidos, entumecimiento o ablandamiento de senos: barbas de maíz, bardana, hojas de diente de león.
Los preparados para el síndrome premenstrual deberían incluir remedios para estimular el hígado, hacer que trabaje de modo eficiente y facilitar las funciones de desintoxicación, así como hierbas para equilibrar los niveles de azúcar en sangre. Pueden utilizarse cualquiera de las siguientes: bardana, raíz de diente de león, ajenjo, romaza crespa, romero o caléndula.
Si se padecen problemas digestivos o extreñimiento: romaza crespa, raíz de bardana o regaliz.
Para la náusea o el vómito puede tomarse manzanilla, melisa, canela, jengibre y menta. La regaliz es un remedio que minimiza los efectos del estrés en el cuerpo.
Pueden usarse también aceites esenciales de lavanda, romero, melisa, rosa y bergamota, bien como masaje o para añadir a un baño relajante.