El trabajo nocturno o los clásicos turnos rotativos son cada vez más habituales en países industrializados, afectan el reloj biológico y hacen al trabajador más propenso a sufrir en enfermedades y marginalidad social.
El trabajo es salud y desde siempre el mercado laboral dirige los actos del hombre, señala sus actividades y distribuye su tiempo y energía. Peso a veces, no resulta tan saludable si se deben realizar turnos rotativos, práctica habitual en países desarrollados y que tendió a crecer en los últimos años.
El ser humano y si biología son básicamente diurnos. Por lo tanto, el organismo está programado para trabaja de día y descansar de noche. En consecuencia, todo horario que obligue al trabador a estar despierto hasta altas horas nocturnas o durante la noche, trastornará inevitablemente su reloj biológico.
Los cambios de los normales ritmos del organismo pueden generar enfermedades por esta disrupción horaria, con alteraciones de patrones socio temporales, cambios de comportamiento y daños en la salud. Lo más afectado es el ciclo del sueño – vigilia con consecuencias como fatiga, alteraciones cognitivas, ansiedad y depresión. Se puede sumar la aparición de trastornos gastrointestinales, cardiovasculares y mayor incidencia de cáncer de colon y de mama. Las mujeres embarazadas que trabaja en esos horarios pueden sufrir aumento de partos prematuros, abortos espontáneos y recién nacidos con bajo peso.
También las mujeres son más propensas a tener periodos menstruales irregulares, más que aquellas con horarios laborales diurnos, hecho que altera su capacidad de fertilidad.
Pero el daño no es solo a nivel corporal, sino también a nivel social ya que al dormir de día porque se trabaja de noche (a la inversa de la mayoría) el individuo queda marginado en sus vínculos sociales y familiares.
En la sociedad las actividades de la vida cotidiana están organizadas para realizarlas durante el día (ir de compras, hacer deportes, tramites).
En resumen las consecuencias son:
- Salud emocional: estrés, ansiedad, depresión.
- Nivel cardiovascular: 40% de posibilidad de padecer angina de pecho, infarto de miocardio, hipertensión.
- Efectos cerebrales: perdida de sueño, reducción del sueño REM, reducción del tamaño cerebral.
- Disrupción de los ritmos biológicos: alteraciones en la secreción de hormonas, en los ritmos de la temperatura corporal, el ciclo menstrual, en la frecuencia respiratoria, en la división celular.
- Nivel reproductivo: abortos espontáneos, aumento de partos prematuros y bajo peso del recién nacido.
- Cáncer: mayor riesgo de cáncer de mama y de colon.
Referencias:
Blog de la salud y el descanso Lo Monaco. Un espacio creado íntegramente para aconsejar sobre salud, nutrición, posturas, hábitos, buen dormir y más.
Blog Grupo Lomonaco, opiniones sobre colchones lomonaco, servicios al cliente y responsabilidad corporativa. Empresa certificada para la venta al detalle de productos para el descanso y complementos.