Hoy centraremos nuestra atención sobre un producto que muchos de nosotros ni nos planteamos su mera existencia, porque no lo necesitamos unos, y a otros les genera polémica, ya que si bien lo usan o lo han usado en algún momento no ha dado los resultados esperados, y ese producto no es otro sino el champú anticaída.
En el bando de los usuarios de champu anticaída a los que no les ha servido de nada emplear dicho producto refuerzan su escepticismo con declaraciones del personal médico de Barcelona quienes aseguran que en el mercado hay champús buenos o muy buenos, están perfectamente probados para grasa, caspa, acondicionados, más volumen o menos, pero es mentira que haya anticaída. Un producto que se aplica durante dos o tres minutos en el cuero cabelludo actúa en superficie (caspa, grasa) pero no puede llegar a la raíz que está a 4 o 5 mm de la superficie cutánea por lo que debería haber una regulación en los anuncios de estos productos, que deben estar testados y con estudios que los avalen, lo cual es de una lógica más que razonable, y evitaría la proliferación de champús anticaída milagrosos sin base científica.
Y en el bando defensor de los champús anticaída argumentan que ayudan mucho en la alopecia ya que muchos tienen activos que ayudan a prevenir la caída del cabello, también limpian en profundidad el cuero cabelludo de grasas que se forma en el cuero cabelludo y dejan que los cabellos nuevos puedan desarrollarse bien sin ningún impedimento, y que los resultados positivos siempre estarán ligados a tener constancia en el uso de champú anticaida ya que si no es asi los resultados obtenidos se pierden en poco tiempo
Yo soy de la opinión de regularizar, más que la publicidad, el proceso de pruebas que supuestamente pasan esos productos y que son la llave para llegar al sistema comercial.