¿Qué es el tomillo?
El tomillo es una planta muy utilizada como hierba medicinal, en nutricosmética y también como especia culinaria para dar sabor a los alimentos. También conocido como poleo o tomillo, este pariente del romero puede aportar numerosos beneficios para la salud.
Entre los muchos beneficios del tomillo están los altos niveles de los llamados compuestos fenólicos, principalmente timol, eugenol y carvacrol, que son potentes antioxidantes. Además, también es rica en vitamina A, vitamina C, hierro, calcio, magnesio, potasio y fibra.
El tomillo todavía es antialérgico, antiinflamatorio y antimicrobiano.
8 beneficios del tomillo
Previene el envejecimiento
Por contener antioxidantes, el tomillo es un excelente actor en la prevención del envejecimiento, ya que ayuda al organismo en la lucha contra los radicales libres y también aumenta la eliminación de toxinas por parte del cuerpo.
Ayuda al funcionamiento del intestino
Debido a la alta concentración de fibra, también ayuda a mejorar la función intestinal.
El tomillo también es rico en un compuesto activo llamado «principio amargo», que se considera un factor de protección estomacal e intestinal ya que aumenta la salivación y la producción de bilis para la digestión.
Las personas que tienen problemas digestivos pueden añadir tomillo en las proteínas para favorecer la digestión o ponerlo como condimento en el arroz, las verduras e incluso en forma de té.
Ayuda a perder peso
Por no hablar de la sensación de saciedad que produce, el tomillo también ayuda a reducir la ansiedad y los atracones, contribuyendo así a la quema de grasa corporal y también en las dietas detox.
Bueno para la salud ocular
La planta también es rica en vitamina A y en unos compuestos llamados flavonoides, que ayudan a retrasar la degeneración macular (zona de la retina de los ojos, responsable de la visión de los detalles).
Con ello, previene el desarrollo de enfermedades oculares graves, como las cataratas y el glaucoma.
Protege los huesos
Es rico en calcio y magnesio, minerales que actúan como protectores de los huesos y previenen la osteoporosis y la osteopenia.
Combate la depresión
Los estudios demuestran que una sustancia llamada carvacrol, presente en el tomillo, aumenta los niveles de dopamina y serotonina, neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo y evitan la depresión.
Mejora la inmunidad
La presencia de vitamina C, vitamina A y timol ayuda al sistema inmunitario e incluso previene las enfermedades respiratorias.
Previene las enfermedades crónicas
Los compuestos fenólicos ya mencionados (timol, carvacrol y eugenol) realizan una serie de propiedades fisiológicas: antialérgicas, antiarteriogénicas, antiinflamatorias, antitrombóticas, cardioprotectoras, vasodilatadoras y antimicrobianas, lo que convierte a esta hierba en un poderoso alimento en la prevención de enfermedades crónicas.
Cómo y cuánto usar el tomillo
En la cocina, el tomillo se puede utilizar como condimento fresco o seco en varias recetas con carne, pescado, pollo, marisco, sopas, salsas, quiches, panes y judías. Ayuda a realzar el sabor y hace que los alimentos sean más sabrosos y nutritivos.
Para uso medicinal, se puede encontrar en forma de extracto seco (tés), suplemento y aceite esencial.
La mejor forma de consumirla es fresca, como condimento culinario, o en extracto seco, como hierba medicinal, porque son formas que mantienen buenas concentraciones de los nutrientes presentes en esta planta.
Se puede utilizar a diario y en la cantidad que se desee. El contenido de macronutrientes (carbohidratos, proteínas, grasas) es muy pequeño y no se refleja en el aumento de peso ni en ningún riesgo para la salud.
En forma de extracto seco (té), lo ideal es no superar las 3 tazas al día, es decir, 1 cucharada de hierba seca por 1 litro de agua.
Contraindicaciones del tomillo
Cuando consumimos tomillo en forma de infusiones o suplementos con fines medicinales, es necesario prestar atención a la dosis y al tiempo de uso. En exceso, el tomillo puede causar problemas digestivos y ser hepatotóxico, es decir, puede sobrecargar el hígado.
Por lo tanto, siempre es bueno consultar a un profesional de la nutrición para que le prescriba la cantidad y el tiempo de uso adecuado según su plan de alimentación y sus pruebas bioquímicas.
Las personas con problemas de coagulación o que toman medicamentos anticoagulantes deben evitar el uso del suplemento y también del té. Las personas con gastritis, úlceras, esofagitis y cambios en las transaminasas hepáticas (TGO:TGP) también deben evitar un consumo excesivo.
