Los olores representan un porcentaje significativo de la información de la realidad que el ser humano es capaz de percibir. De hecho, gran parte de nuestros recuerdos están ligados a aromas concretos, más sugestivos que cualquier fotografía. Es lógico, pues, que los ambientadores y difusores formen parte de nuestro día a día, ¿verdad?
Tradicionalmente, la dispersión de los aceites esenciales se ha realizado mediante el calentamiento o la combustión de los extractos, pero hoy disponemos de métodos más sofisticados, como los ultrasonidos o la nebulización. Así, en el mercado de la aromaterapia existen diversos tipos de difusores de aceites esenciales. ¿Cuáles son los más demandados?, ¿qué características y beneficios los distinguen?
De las varillas a los ultrasonidos: estos son los tipos de difusores de aceites esenciales que existen en el mercado
¿Sabías que el sector de los aceites esenciales alcanzará en 2024 una facturación de 3.311,24 millones de euros, según un estudio de Data Bridge Market? Por su simplicidad y precio económico, los difusores y ambientadores están cosechando un éxito sin precedentes en nuestro país, despuntando en especial dos de las mayores novedades de este mercado:
Ultrasónicos y de nebulización, los más innovadores
Los difusores de aceites esenciales ultrasónicos funcionan de manera similar a los humidificadores, si bien emplean un sistema diferente para convertir su depósito de agua y de aceites en una suerte de niebla fragante y agradable. Su vibrador interno genera ondas de alta frecuencia denominadas ultrasonidos, superiores a los 20 kHz, responsables de actuar sobre los aceites esenciales.
Otro dispositivo de tecnología vanguardista es el nebulizador. Este tipo de difusor de aromas emplea el fenómeno conocido como ‘efecto Venturi’ para pulverizar los aceites esenciales y esparcirlos por la habitación. Mientras que los ambientadores comunes y corrientes necesitan calentar sus esencias para aromatizar el entorno, los difusores por nebulización logran su objetivo por medio de la compresión del flujo del aire a alta velocidad.
De evaporación, un clásico intemporal
La evaporación de los extractos aromáticos es la base del funcionamiento de cualquier difusor de aceites esenciales tradicional, excepción hecha de los nebulizadores y ambientadores ultrasónicos antes citados.
En concreto, los difusores de calor o de evaporación se fundamentan en el calentamiento de los aceites esenciales, a temperaturas tenues que permiten liberar sus fragancias e impregnar con ellas el entorno. Por lo general, disponen de un ventilador que acelera la dispersión de los aromas.
De varillas de ratán: simples pero eficaces
¿Son posibles los difusores de aceites esenciales sin agua, aerosoles o vaporizadores? La respuesta es afirmativa, y un claro ejemplo son los ambientadores tipo mikado, provistos de varillas de ratán o rattan que, en contacto directo con un compuesto aromático, dispersan los olores eficazmente. Se comercializan en frascos de cristal u otro material similar, un formato que facilita el posicionamiento vertical de las varillas, para maximizar su mayor rendimiento.
Humidificadores, una alternativa con muchas posibilidades
En sentido estricto, los humidificadores no forman parte de las clases de difusores de aceites esenciales, pero constituyen una alternativa interesante para quienes deseen elevar el nivel de humedad en el ambiente y, al mismo tiempo, darle un aroma agradable. Cierto es que las fragancias no serán tan intensas como en los difusores comunes, pero su capacidad para refrescar las habitaciones es inestimable.
En definitiva, la tipología de los difusores es amplia y variada, y sumada al inmenso catálogo de aceites esenciales disponibles en el mercado, permiten realizar un sinnúmero de combinaciones en la oficina o el hogar.