Protagonista de algunos de los menús más saludables, el amaranto ha ganado notoriedad por ser uno de los granos más ricos en vitaminas y proteínas, además de no tener gluten y ser fácil de preparar. En realidad, la forma en que se está popularizando el amaranto es sólo una de las más de 70 especies existentes.
Los garbanzos han sido cultivados desde hace más de 8 milenios por mayas, incas y aztecas, siendo utilizados por algunos pueblos en la cocina mexicana hasta la actualidad.
El grano, que incluso ha formado parte de los cultos de los pueblos mencionados, es de fácil plantación y rápida producción. Presenta una serie de beneficios que nos hace preguntarnos por qué tardamos tanto en empezar a consumirlo.
Los 4 beneficios principales del amaranto
1. Rico en calcio
El amaranto es una fuente de calcio que incluso supera a la leche de vaca. Mientras que 100 ml de leche tienen 125 mg de calcio, 100 g de amaranto tienen 159 mg. Es un gran sustituto para los niños y los intolerantes a la lactosa, sin necesidad de suplementos nutricionales.
2. Rico en hierro
Tiene más hierro que la alubia carioca, además de una gran cantidad de fibra y ácido linoleico, actuando como alimento antiinflamatorio, protector cardiovascular y ayudando a controlar la glicemia y el colesterol. Entre sus principales propiedades naturales, está la acción antioxidante, combatiendo los radicales libres, además de mejorar la oxigenación del metabolismo y el sistema inmunológico.
3. Fuente de escualeno
Entre los principales beneficios del amaranto, destaca la presencia del compuesto orgánico llamado escualeno. Presente principalmente en fuentes animales como el aceite de hígado de tiburón, es excelente para controlar el colesterol, frenar el envejecimiento celular y mantener la juventud de la piel gracias al poder de nutrición celular.
4. Rico en proteínas
Dependiendo de su variedad (recuerde que hay más de 70), el amaranto puede estar compuesto por un 15% de aminoácidos, siendo tan importante como un huevo y más que el arroz y el centeno. Tiene los ocho aminoácidos esenciales, que son los que necesitamos consumir para sintetizar proteínas y crear masa corporal magra. En otras palabras, es ideal para quienes buscan una dieta equilibrada, baja en azúcares y grasas y muy nutritiva.
Contraindicaciones
La ingesta de amaranto no está recomendada para los diabéticos, ya que tiene una alta tasa de carbohidratos de alto índice glucémico, aumentando las tasas de glucosa en sangre y, en consecuencia, empeorando el síndrome metabólico.
Cómo consumir el amaranto
Se puede encontrar en polvo, aceite, copos, granos u hojas. Todas las opciones son extremadamente nutritivas, pero las opciones en polvo, copos y granos son las que presentan mayores beneficios en cuanto a biodisponibilidad nutricional.
Los cereales pueden sustituir al arroz cuando se cocinan o se ponen en remojo. Es posible germinar las semillas para potenciar sus nutrientes y así comerlas incluso crudas. Las versiones en polvo y en copos permiten espolvorear el amaranto en las ensaladas e incluso en los caldos.