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Como librarme de mis deudas

Nos ha tocado vivir de cerca cómo amigos, familiares, conocidos se van endeudando poco a poco hasta llegar a una instancia crítica. Sin duda hay casos que son muy severos, pero, aunque lo sean en mucho menor grado, desprendernos de nuestras deudas a corto plazo (por ejemplo las tarjetas de crédito) es una de las mejores y más sanas decisiones financieras que podemos tomar en esos momentos.

De más está decir que el dinero que estamos destinando al pago del o de los créditos que hayamos adquirido, podríamos estar utilizándolo para cumplir alguna otra meta financiera. Y aquí no hay excepción, las deudas nos restan posibles ingresos.
Entonces pensemos: ¿Qué haríamos si estas deudas no existieran? ¿Qué otros objetivos podríamos llevar adelanta si esas deudas se transformaran en ingresos?
Aunque no es algo realmente complejo e imposible el salirse de deudas, lleva tiempo y requiere una buena planeación y un método que debe aplicarse rigurosamente.

La Metodología

Aquí, en México, en España y Hungría, cualquier plan para librarse de una deuda quiere decir que uno puede pagar, al menos el pago mínimo mensual de todos sus créditos, incluso un poco más. Si esto no está dentro de las posibilidades de uno, entonces tiene que tomar otras medidas extras las cuales hablaremos más adelante. Entonces, los pasos a seguir son:

1. Reconocer y enfrentar el problema
Como se dice en las típicas terapias psicológicas grupales, el primer paso para resolver un problema es reconocer que tenemos uno. Aquí es donde tenemos que aglutinar toda la información que tenemos, todos los estados de nuestras cuentas, tarjetas de crédito y sumar uno y cada uno de los saldos para estimar el monto total de nuestra deuda. Así podríamos tener un número aproximado y nos permitiría poder tomar una dimensión completa de la situación en la que estamos inmersos.
2. Esconder todas nuestras tarjetas
Esto es ¡Fundamental!: si nuestro objetivo es librarnos de nuestra deuda, entonces debemos evitar bajo cualquier punto de vista el seguir usando nuestras tarjetas. ¿Qué recomendamos? No las llevemos con nosotros, no las tengamos cerca. Lo que recomendamos es si guardarlas y en un lugar seguro: evitemos todo tipo de tentación y empecemos a usar el efectivo que tengamos para los pagos.
3. Preparar un plan de acción

El primer paso es tomar un papel y escribir el monto total de los ingresos netos mensuales que obtenemos (es decir, libres de impuestos). Luego también los gastos fijos que tenemos: pago de alquiler, pago de hipoteca, servicios, universidad, escuela, servicio de cable e internet, etc. Ahora tenemos que calcular el resto de nuestros gastos, basados en los tickets y notas que guardamos, por ejemplo: transporte, supermercado, ferretería,etc. Entonces de esta forma vamos a poder estimar el resto de nuestros gastos para ver dónde podemos recortar (por ejemplo el cable de televisión, gastos de celulares o línea telefónica en nuestra casa, etc., recordemos que si nuestro problema es de gravedad entonces vamos a tener que acortar los gastos y salir lo antes posible de esta situación, por ende vamos a tener que resignar ciertas cosas)

Sin dudas, si queremos salir cuanto antes de nuestro problema entonces tenemos que destinar la mayor cantidad de dinero posible al pago de nuestras deudas.

Una vez hecho lo anterior, entonces tenemos que tomar la cantidad final de ingresos y a esa cifra restarle los gastos para ver con cuánto dinero contamos para destinarlo a nuestros acreedores. Este monto debe ser suficiente para cubrir con el pago mínimo de todas nuestras tarjetas y un monto para hacer pagos adicionales. En el caso contrario, es evidente que estamos viviendo fuera de nuestras posibilidades por lo que tenemos que analizar seriamente la situación cuanto antes para evitar agudizar la cuestión.

 

4. Listar y ordenar nuestras deudas

Hacemos una lista de lo que adeudamos en nuestras tarjetas de crédito de esta forma: Nombre de la Tarjeta, Saldo Total (Deuda), Tasa de Interés, Pago Mínimo y Fecha de Pago.

Y luego, tenemos que ordenarlas. Para esto, hay dos enfoques principales:

  • Enfoque Financieramente Óptimo: Ordenarlas con respecto a su tasa de interés, de mayor a menor. Es decir, poner primero la tarjeta que cobra una tasa más elevada de interés, y así sucesivamente. Mediante este enfoque, iremos concentrando nuestros esfuerzos en pagar primero las deudas más caras, por eso es la mejor estrategia en términos financieros.
  • Enfoque Psicológicamente Óptimo: Ordenarlas con respecto a su saldo, de menor a mayor. Es decir, poner primero la tarjeta en la que debemos menos, y así sucesivamente. Este enfoque nos permite irnos librando primero de las deudas pequeñas (ir reduciendo nuestra lista de deudas de una manera más rápida) lo cual nos brinda motivación. Aunque no es la mejor solución en términos financieros, como mis lectores saben yo soy un convencido del poder que juega la psicología en nuestros aspectos financieros. Por eso, sé que es una estrategia que para algunas personas, puede funcionar mejor.

5. Y finalmente, a pagar

Debemos pagar el mínimo en todos nuestros créditos para evitar caer en mora. Y todo el monto restante que tengamos para ser asignado al pago de deudas debemos destinarlo completamente a la primera de nuestra lista, dependiendo del enfoque que hayamos elegido. Una vez eliminado ésta, seguimos con la próxima y así sucesivamente hasta suprimirlas todas.

 

¿Y si no nos alcanza para los mínimos y un poco más?

Acá si se puso la cuestión bien seria, y en general se necesitan soluciones que en general son duras. Algunas de los distintos caminos por los que podemos adoptar para aplicar el plan mencionado anteriormente, son:

  • Vender algún activo. Si, sabemos que puede ser doloroso, pero pongamos todo sobre la balanza y veremos que todo se puede recuperar. Por ejemplo, nuestro auto, o alguna joya familiar. El empeño no es una opción en este caso porque por lo general es un préstamo de corto plazo, con tasas de interés altas (en ocasiones similares a las que cobran las tarjetas de crédito), y donde nos otorgan una fracción del costo de un artículo que podríamos perder en caso de que no podamos pagar este préstamo.
  • Ver si podemos obtener dinero adicional. Si contamos con unos ahorros, de más está decir que deberíamos sacrificarlos para pagar al menos una parte de nuestra deuda, ya que la tasa de interés de éstos es mucho más alta que la que podemos recibir en cualquier lugar por nuestras inversiones. Sino también podemos quizás buscar un segundo trabajo para obtener. al menos hasta que podamos suprimir nuestras deudas, un ingreso extra.
  • Como último recurso, quizá podamos obtener algún préstamo de la familia o de la empresa donde trabajamos, que nos sirva para pagar completamente nuestros adeudos con las instituciones financieras, a modo de quedarnos únicamente con un crédito a una tasa de interés mucho más baja. Es importante mencionar que la consolidación de deudas no resuelve nuestro problema de fondo, y ciertamente no corrige los hábitos que nos llevaron a estar en esa situación.
  • Tratar de negociar con nuestros acreedores. La cartera vencida representa un grave problema para los bancos, por lo que en su mayoría están abiertos al diálogo constructivo en aras de obtener una solución para ambas partes. Tenemos que ser muy propositivos con ellos, decirles cuánto podemos pagar e incluso llevarles nuestro plan. Muchos bancos aceptarán refinanciar nuestro adeudo a una tasa de interés inferior a la que aplican normalmente para las tarjetas de crédito e incluso podrán considerar hacernos algún descuento si podemos realizar el pago en una sola exhibición.

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