Seguimos nuestro recorrido por consejos para cuidar la piel y tratar el acné para todos aquellos adolescentes que se encuentren afectados por esta molesta enfermedad cutánea.
Además de los cuidados que mencionamos en nuestra primera entrada, hay algunos métodos para combatir directamente el acné una vez que apareció.
El primero, y más conocido, es usar jugo de limón alrededor de las zonas afectadas antes de ir a dormir. Después de que el jugo actúe toda la noche, un buen baño y un jabón especial para pieles con acné y agua tibia pueden ayudar a reducir las espinillas.
Otras versiones del jugo de limón incluyen el uso de colonia y pasta de dientes. Todas estas sustancias se usan y dejan actuar durante toda la noche.
Un error muy común, pero que puede traer consecuencias negativas, es utilizar exfoliantes. Estos solo sirven contra puntos negros, en caso de acné pueden ser peligrosos y crear heridas que se infectan.
En casos extremos de acné hay que ir al médico dermatólogo y seguramente haya que utilizar un antibiótico para combatir el acné. Los corticoides que se utilizan suelen ser muy fuertes y pueden generar adicción, al punto que el organismo después requiere mayores dosis para acabar con la amenaza. Lo bueno es que el tratamiento con antibióticos para el acné suele ser definitivo, pero siempre hay que tomarlo como última opción y tiene que ser bajo receta de un doctor capacitado.